Bárbara
Buen restaurante. Con mucho espacio dentro para comer. Con mantelería y buena cubertería, lo que se agradece. Comimos muy bien, salvando el pulpo a la gallega que estaba duro. Las almejas estaban muy ricas. El cachopo de rape demasiado contundente con la bechamel. Las croquetas de jamón caseras, muy ricas. Tenían cambiador de bebés en el baño. Buen detalle. No aceptan reservar, hay que ir pronto. Tienen un aparcamiento muy pequeño en la entrada. Si está lleno, puede aparcar en el camino hacia el restaurante. Repetiremos!
Rosan de Bie
Muy buena ubicación, instalaciones súper limpias y buena comida y buen café en la cafetería/restaurante del camping. (¡También hay un supermercado!)